viernes, 25 de septiembre de 2015

¿Cómo aprendí a ser docente?

Sin lugar a dudas, una de las más grandes satisfacciones personales a las que pueda aspirar cualquier ser humano, es el ser transmisor de conocimientos. Por naturaleza, el hombre se ha dedicado a buscar respuestas a tantas interrogantes de la vida. Todos, de alguna manera, hemos admirado a alguien que haya dejado una huella profunda en nuestro ser. Y no me refiero en este caso particular a nuestros progenitores, que no dudo, en lo más mínimo, hayan sido parte importante en nuestra formación académica, sino aquellos maestros que consolidaron en nosotros un conocimiento amplio, un aprendizaje práctico, un potencial de habilidades y estrategias que hoy rememoro y recapitulo como herramientas estratégicas para la formación de docentes.

Pero el asunto por el cual en este momento diserto es: ¿Cómo aprendí a ser docente? Aunque más bien considero apropiado replantear la pregunta diciendo, ¿cómo aprendo a ser docente? Esto ante todo porque a pesar de mi experiencia laboral docente, por más de 17 años, creo y estoy seguro, que como maestros hay mucho que aprender para esta tan hermosa y loable labor. No podemos quedarnos como meros espectadores de un fenómeno que constantemente está emergiendo con nuevas preguntas.

Decidí tomar el reto de estar frente a grupos gracias a la invitación que se me hizo de impartir la clase de ciencias de la salud en bachillerato. Yo ya había estado frente a grupos con personas adultas. Tengo que ser sincero, que este reto despertó en mí un gran interés por adentrarme más profundamente a nuevas etapas de preparación.

Cuando se descubre que el docente tiene una experiencia y el alumno tiene otra, se da un proceso de interacción pretendiendo con esto superar los enfoques pedagógicos tradicionales por uno concentrado en la construcción de nuevos conocimientos.

Así, año con año y gracias a los esfuerzos logrados por la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte en promover talleres y diplomados en práctica docente, pretendo estar lo más actualizado en esta dinámica educativa.

En mi experiencia personal, considero que cada docente tiene su estilo muy particular de transmitir conocimientos. Dependerá de cada uno de ellos la aptitud, la habilidad y la destreza de enfrentar cada situación académica con pasión, vocación y optimismo.

Quiero decirle a mis compañeros y a quienes piensan ser parte de esta experiencia docente, que el camino no es fácil, que día con día nos enfrentamos a la más ardua tarea de enseñar, que un maestro innovador, creativo, con ideas apropiadas a los tiempos en los que se exige excelencia, será un gestor académico que revolucione, cambie y transforme la construcción de conocimientos y sistemas de enseñanza – aprendizaje.


M.E.S  Federico R. Lira Ramos

1 comentario:

  1. Excelente profesor que trasmite amor por su vocación y no sólo eso, que impacta en la vida de sus alumnos por su sencillez, sus conocimientos y por impulsarlos a ser mejores alumnos, maestros y personas.

    ResponderEliminar