jueves, 26 de marzo de 2015

Promoción de la lectura



A partir de la escritura, es que los historiadores señalan la diferencia entre prehistoria e historia. Así de trascendente es la escritura.

La profesora de literatura Rafaela Parroquín Razo, comentó en alguna ocasión que “la escritura es la memoria de la humanidad”. Esta frase me ha acompañado a lo largo de mi carrera y definitivamente, ha marcado el rumbo de mi trayectoria como docente.
El trabajo docente va más allá de enseñar a leer y escribir a un niño, es necesario rescatar la maravilla de este hecho. La escritura da perpetuidad a las ideas, a las palabras y las acciones que hombres encumbrados o sencillos han expresado a lo largo de la historia.

¿Cómo sabemos de Pitágoras?, ¿cómo ha logrado el ser humano llegar a la Luna, explorar el espacio o investigar diminutos virus,  bacterias o células?, ¿cómo lograríamos comprender las palabras de Jesucristo, de Buda, de Gandhi, o de tantos seres que han guiado a la humanidad con sus enseñanzas? La respuesta a todas estas preguntas y a otras muchas más es: la escritura y evidentemente, la lectura.

Escritura – lectura es un binomio inseparable que ha permitido al hombre convertirse en un ser maravilloso que puede alcanzar todo lo que se proponga. Las investigaciones y registros de unos han sido inspiración para otros; quienes continúan el trabajo de sus antecesores y lo van superando, otros lo desarrollarán más, así de  generación en generación.
Sin embargo, esta maravillosa herramienta resulta para algunos sólo una necesidad para aprender las diversas asignaturas. Muchas personas sólo leen lo que requieren en la escuela, no buscan la lectura recreativa, el goce de conocer los sentimientos de otro, se pierden de la gran aventura de conocer a mucha gente, miles de personajes que se van presentando en los libros y también del maravilloso arte de recrear con la imaginación todos los lugares que nos presentan los autores.
Nuestra labor debe ir más allá de enseñar a los niños a decodificar lo que otros plasman y también de ser capaces de crear un mundo de fantasía a través de la palabra escrita.
Es muy satisfactorio poder ver todo el potencial que tienen los niños pequeños, ellos disfrutan aprender a leer, quieren leer todo, comprenderlo todo y también quieren que otros lean lo que ellos han hecho.
¿Por qué entonces México no es un país de lectores? Hay muchas causas, muchas las excusas y pretextos para no hacerlo.
Pero en nuestras manos está el poder de transmitir esa maravillosa habilidad a todos aquellos alumnos que están en contacto con nosotros.
Creo que nuestro deber es generar en todos los alumnos, no importa el nivel del que se trate, desde la primaria hasta la formación profesional, esa necesidad de leer, ese placer que nos está esperando. Es nuestra obligación contagiar a los alumnos de un entusiasmo sincero del placer de leer.

Recientemente una maestra expresó en una reunión de Consejo Técnico Escolar, cuando se presentó la convocatoria del concurso estatal de lectura: “¿Cómo voy a pedirle a los niños que lean si a mí no me gusta?” Esas palabras muestran una realidad. A pocas personas les gusta leer y a menos personas les gusta escribir. Es imprescindible que rescatemos la esencia de la lectura, que llevemos a los niños a un mundo de fantasía y de ilusión por medio de los libros.

En la licenciatura en ciencias de la educación, que se imparte en el Centro de Estudios Superiores Elizabeth Seton, se da mucha importancia a la lectura y la escritura de sus alumnos y maestros. En el cuarto tetramestre se desarrolla la materia: Apropiación de la lengua oral y escrita II, que muestra múltiples actividades divertidas que llevan al niño a disfrutar de la lectura y la escritura. Esta materia permite a los alumnos, los futuros maestros, contar con un decenas de propuestas que brindan la oportunidad de crear y recrear lugares de ensueño, divertidos momentos de diálogos, dramatizaciones, ideas para escribir, oportunidades para que los pequeños inicien por este camino de la escritura.
Se presenta el rincón de los poetas, el rincón de los escritores de fábulas, el rincón de los cuentos, loterías de ortografía,  cambiando los finales, el cofre de aventuras, entre otras muchas actividades.

Pero tal vez, la actividad más impresionante, la que más llama la atención por su majestuosidad, es: El viaje imaginario. Para realizarlo, los alumnos se ponen de acuerdo y eligen el lugar que quieren visitar, es necesario realizar una investigación profunda de los diversos aspectos que envuelven a ese país: su cultura, la situación geográfica, el clima, su gastronomía, su historia, la moneda que se utiliza, su literatura, escultura, arquitectura, en fin… todo lo que tenga que ver con el país al que se viajará con la imaginación. Los futuros maestros dividen su grupo en pequeños equipos para investigar sobre uno de esos aspectos señalados, consultan y elaboran una monografía con los resultados de sus investigaciones.
Posteriormente, decoran un salón con cientos de detalles que permiten a los visitantes imaginar que están en el país seleccionado. Hay comida tradicional, vestuario, maquetas que muestran la geografía e hidrografía del lugar, fotografías de su arquitectura, escultura, en fin… se puede decir que “visten” el salón como un pedacito de ese país.
Es sólo una actividad de promoción de la lectura, pero es tan maravillosa, que los niños y los adultos la disfrutan intensamente.

Eso debemos hacer; promover actividades atractivas para motivar a los niños a leer y a escribir. Sólo me resta decirles que busquen un buen libro, gócenlo y compártanlo con alguien más, no solo el libro, sino sus experiencias, su opinión y el aprendizaje obtenido con la lectura.
Lean, pero sobre todo, gocen de la aventura de los libros, y anímense a escribir.


María de la Luz Macías




La Lic. María de la Luz Macías Morales estudió en la Normal del Estado (Profr. Luis Urías Belderráin), posteriormente la licenciatura en Lengua y Literatura en la Normal Superior (Profr. José E. Medrano R.), la maestría en educación, campo: Práctica docente, en la UPN (Universidad Pedagógica Nacional).
Actualmente trabaja en la primaria del Centro de Educación Innovativa, Elizabeth Seton, atendiendo el grupo de quinto grado y desde hace dieciséis años, en la licenciatura en ciencias de la educación, en el Centro de Estudios Superiores,  Elizabeth Seton, con las materias: ortografía, redacción, expresión oral, lengua materna, apropiación de la lengua oral y escrita y necesidades educativas especiales. Es una enamorada de la literatura, ama la lectura y la escritura.

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